Vender o alquilar una casa con reforma energética no es lo mismo que hacerlo sin más porque hay muchas que se venden en el mismo barrio. Cambiar la ubicación del piso es imposible, pero no desmarcarte de la competencia, transformándolo todo. Está comprobado que si se siguen las recomendaciones del certificado energético el valor de la vivienda se incrementa en un 25%.

En el mercado inmobiliario actual, los compradores e inquilinos son cada vez más exigentes por ello, además de la localización y el precio, se fijan en el consumo energético y en las instalaciones térmicas para decidirse por un inmueble. Porque está claro que el futuro inmobiliario pasa por la rehabilitación y reforma energética para como característica diferenciadora.

Por ejemplo:

  • Rehabilitación de fachadas: La elección de los materiales y el aislamiento determinan la eficiencia energética del inmueble. Cuando se habla de consumo energético, evaluar la orientación del edificio es clave incorporar un aislamiento a la fachada para mejorar las prestaciones térmicas de todo el inmueble. Además aislar los forjados y la cubierta, impermeabilizar los huecos de las ventanas y las puertas, sustituir la carpintería exterior con su acristalamiento, añadir persianas y toldos, como protecciones solares, para reducir las infiltraciones, mejorando de esa manera la estanqueidad del edificio con bandas y sellantes entre la fachada y la carpintería.
  • Instalación térmica: Según el espacio a calentar o refrigerar, existen muchos sistemas que ahorran hasta un 40% de energía. Por ejemplo, sustituir los viejos equipos de calefacción y aire acondicionado convencionales por nuevas calderas de condensación con radiadores de baja temperatura, bomba aerotérmica, suelo y techo radiante, así como bombas de calor, placas solares fotovoltaicas para autogeneración eléctrica y solares térmicas para el agua caliente sanitaria.
  • Electricidad: Existen sistemas de detección de presencia que disminuyen el coste de la factura de la luz. Así realizar un cambio en toda la instalación, añadiendo sistemas de detección de presencia y regulación de la iluminación, tubos donde no llegue la luz natural. Cambiar los todos los viejos aparatos sanitarios para reducir el consumo de agua.
  • Control de consumo: Gracias a la domótica se genera menos gasto ya que ayuda a regular el encendido y apagado de los suministros. Esto puede permitir, entre otras cosas, que la calefacción se encienda cuando realmente se necesita, lo que supone realmente un ahorro en las facturas, también.

Con una rehabilitación energética estimada entre 15.000 y 30.000 euros se puede incrementar el valor del inmueble un 25 % porque se mejora la confortabilidad. Además, existen subvenciones de la comunidad de Madrid (casi todas las comunidades autónomas las tienen) para mejorar la eficiencia energética de los edificios. El Ministerio de Fomento calcula que el 58% del parque inmobiliario es anterior a 1980 y seis millones de casas tienen más de 55 años de antigüedad.

En definitiva, los profesionales del sector tenemos todo un reto por delante para concienciar a los ciudadanos de la importancia de las reformas energéticas.